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PROFUNDICEMOS EL PROYECTO NACIONAL JUNTO AL MOCASE CONSTRUYENDO UNA PATRIA PARA TODOS.

En los campos de los trabajadores campesinos se refleja hoy el producto de un modelo neoliberal. Nuestros compañeros argentinos, muchos de ellos pertenecientes a comunidades de pueblos originarios, otros no, sufren desalojos violentos por parte de quienes ambiciosamente intentan sembrar soja por donde parcela de tierra encuentren, viviendo un despojo material y cultural de tierras que ocupan ancestralmente y que hacen a su identidad como comunidad.

Nuestra Constitución reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos, así como la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan, y estipula la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano, asegurando la participación en la gestión de sus recursos.

Hoy, como siempre, son invisibles los reclamos, luchas y propuestas de los movimientos campesinos, frente a aquellos terratenientes que actúan como empresarios capitalistas (aunque amparados en un discurso hipócrita que intenta instalarlos como representantes del campo). Por eso es necesario acompañar a los trabajadores de la tierra en el planteo de un paradigma productivo que se condice con un modelo de país inclusivo sobre la base de la justicia social y la independencia económica.

Desde los movimientos campesinos se propone el cuidado integral de la tierra para la comercialización de sus frutos a nivel local, desarrollando las industrias locales y respetando los ecosistemas, y generando productos derivados de sus materias primas sin provocar alteraciones ambientales.

La ambición de un puñado de familias sojeras devenidas en empresas rapiñeras hace que concentren campos para desmontarlos, despojándolos de su flora autóctona, llevando a la erosión y pérdida de la condición agrícola de los suelos, provocando además consecuencias desbastadoras como aluviones e inundaciones. Aprovechan la coyuntura favorable del precio desmesurado que la soja adquirió a nivel internacional para adueñarse de tierras, explotarlas esquilmándolas y luego exportando lo producido, robusteciendo sus bolsillos.

Este modelo nefasto de organización neoliberal de explotación de tierras determina una sociedad de excluidos que empuja a los trabajadores desalojados a migrar a las ciudades. No podemos ignorar esta situación. Debemos apoyarlos como Pueblo, interiorizarnos de su problemática, entender que no nos es ajena y luchar por aquellos reclamos que apuestan a la vida.

Es momento de que el campo deje de remitirnos a los empresarios/terratenientes, para empezar a escuchar aquellas voces que tienen otros proyectos para desarrollar, de la mano de la soberanía alimentaria, alejadas del modelo de los agro negocios que destruyen y acaparan las tierras en manos de unos pocos, y llevando una consigna como bandera: BASTA DE DESALOJOS, DEFENDAMOS EL DERECHO A LA TIERRA.

TE INVITAMOS A PARTICIPAR DEL ENCUENTRO QUE SE LLEVARÁ A CABO LOS DÍAS 3, 4, 5 y 6 DE DICIEMBRE JUNTO CON EL MOVIMIENTO CAMPESINO DE SANTIAGO DEL ESTERO, QUE CUMPLIÓ 20 AÑOS DE ORGANIZACIÒN EN ESA PROVINCIA, PARA CONOCER SU ORGANIZACIÓN, DEBATIR Y DISCUTIR QUÉ MODELO DE PRODUCCIÓN QUEREMOS Y SEGUIR CON LA CONSTRUCCIÓN DE UN PROYECTO NACIONAL PARA TODOS.