En horas vamos a conmemorar y festejar los primeros 201 años de la Patria.
Estos 201 años donde en los últimos 65 años, los peronistas, hemos sufrido demasiado por la sangre derramada de miles de compañeros, desde el bombardeo a nuestra Plaza de Mayo, el fusilamiento del General Valle, la noche de los lápices, la dictadura genocida, los puestos de trabajo genuinos perdidos en el neoliberalismo, los muertos de diciembre de 2001, el “Oso” Cisneros, Kosteky y Santillán.
Y donde un 25 de mayo pero de 1973 en pleno otoño la Patria vivía su mejor primavera de la mano del querido “tío” Cámpora y otro 25 de mayo pero de 2003, con la Patria casi en ruinas por el yugo del neoliberalismo de los noventa desde el Sur llegaba con el 22 % de los votos un “flaco” que haciendo malabares con el bastón de mando y una accidentada entrada en la Casa Rosada y sus convicciones a cuestas en ese otoño, que parece tan lejano, comenzaba a escribir y marcar la historia de los 300 años de la Patria.
Desde aquellos días de 2003, tan cercanos, el odio esparcido es incalculable y sobre todo es vulgar, desde medios de poder concentrado, con infames nombres e infames apellidos, han sido obsceno y claro ejemplo es Grupo (de tareas) Clarín SA, Sociedad Rural Argentina y sus aliados menores, cierta y buena parte de la oposición también conocida como “la máquina de impedir” sometida en cuerpo y alma al poder económico concretado, antes mencionado, escasa de ideas, fuerza real y sobre todo de militancia.
Y de aquel 25 de mayo de 2003 al reciente 25 de mayo de 2010, donde el “pueblo” salió en pleno a festejar, mientras con su escaso talento comunicacional en su peor momento desde el Grupo (de tareas) Clarín SA ostentaban una gala en el Teatro Colón en manos del hoy procesado Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires junto a los llamados “famosos” o “personalidades” y buena parte de la oposición alejada y espantada por el pueblo.
Mientras millones de compatriotas de la Patria Grande en toda la Patria festejaban y gozaban una semana de mayo ante el estupor y dolor de quienes solo, repito por su escaso talento comunicacional y editorial, anunciaban “caos de tránsito” que es utilizado para un festejo popular como para una invasión alienígena.
Así desde el 25 de mayo de 2003, mientras las mentiras, los odios de clases heredados y los estúpidos pedidos destituyentes se multiplicaban y una buena parte de la sociedad los tomaba como ordenes y repetía con torpeza, se avanzo en pos de la justicia social, la unión y consolidación de la clase trabajadora organizada y sindicalizada, con leyes fundamentales e históricas por el momento que fueron debatidas, votadas y puestas en funcionamiento como la ley de medios de la democracia y la ley del matrimonio igualitario, ambas pilares para que en la Patria reine el amor y la igualdad, la implementación por decreto de la compañera Cristina Fernández de Kirchner de la “Asignación Universal por hijo” que desde cierto sector ultra conservador de la oposición y ex candidato a presidente del llamado “establishment” la mencionó con una de las más inoportunas e inadecuadas frases que quedaran en la historia de la infamia, en un extenso y ruin listado de frases canallescas que en la Patria son muchas, lamentablemente.
A la hora de hacer un balance de aquel 25 de mayo de 2010 al que se conmemorá mañana, asumimos con dolor, con ese dolor que permanecerá por el resto de nuestras, el paso a la inmortalidad del mejor de todos nosotros, el 25 de mayo de 2010 culminando un gran festejo popular pleno de felicidad y goce, nos dejaba una de las grandes imágenes de aquellos festejos, que quedará por siempre, al menos en las retinas y memorias, de quienes estamos con este modelo inclusivo, nacional, popular y democrático que defendemos y militamos día a día.
Mauro Palazzo. JP Evita La Matanza.
Nota: Adjunto la imagen sobre la que hice referencia en el último párrafo.
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